Y ya estamos en Nepal!!!! Después de cruzar la frontera por Birgunj, como si de otro siglo se tratara, muchísimo tráfico de camiones, mezclado con carros tirados por bueyes guiados por hombres con falda y turbantes. Nos dirigimos a Kathmandú, pero antes nos esperan 15 horas de autobús sobre tortuosas carreteras…
Allí esperamos respuesta de todas las ONGs a las que habíamos enviado petición de colaboración. Durante muchos días reinó el silencio. Coincidimos con la fiesta local del Dhasain, la más importante del año, que supone un mes de vacaciones en las escuelas.
La primera ONG que nos contestó fue Papa’s House. Una ONG que se dedica a dar educación y una vida digna a niñ@s sin recursos. Nos avisaron que en la casa sólo había unos 20 niñ@s debido a las fiestas. Por supuesto nosotros estuvimos encantados de ayudarles, emocionados con nuestra primera colaboración en Nepal.
La casa de acogida estaba a unos 5 km de nuestro hotel, así que decidimos ir andando!! De esta manera ganábamos una visión más global de la ciudad, además del centro más turístico.
La casa era bonita por su gran jardín cubierto de césped, con columpios y una pista de baloncesto. Nos vino a recibir Michael, un hombre majísimo que nos presentó a todo el mundo, profesores y niños, todos con una enorme sonrisas, estaban esperando la llegada de los payasos!!!!
Después de familiarizarnos con los niños decidimos empezar el taller, en el jardín, sobre el refrescante césped. Los niños eran de edades muy diversas, desde 4 añitos la más pequeña, hasta adolescentes.
Pero pudimos hacer una combinación de ejercicios para que todos pudiesen tener hueco. Eran muy tímidos, les costaba mucho hacer ejercicios donde se mostraban individualmente delante del grupo, pero a medida que avanzábamos la confianza aumentaba y la tensión dejó paso a la diversión.
Que graciosos eran, sobretodo la más pequeña, que no paraba de correr disfrutando de sus dos piernas nuevas, unas prótesis de rodilla para abajo.
El final llegó con unas simples improvisaciones que pusieron a prueba a todos, que graciosos, estaban nerviosos y tímidos, monísimos…
Y el final del taller dio paso a nuestra actuación. Preparamos el escenario, que por supuesto sería sobre el césped, colocamos el banco de rigor y dimos las directrices al técnico de sonido improvisado que estaba más nervioso que si actuara él…
Para nosotros cada actuación es única, siempre nos ponemos nerviosos momentos antes de empezar, así lo vivimos más intensamente… no nos cansa.
Llegó el momento, suena la música y salimos a escena, los niños muy emocionados, por fin los payasos!!!! Se lo pasan genial con nuestros despropósitos, les encantan y nos lo hacen saber con sus risas y sonrisas, mirándonos directamente con esos ojos brillantes, abiertos como platos, las bocas abiertas, ajenos a los perros que no dejan de ladrar…
Las escenas se suceden y los niños se agolpan cada vez que pedimos un voluntario. Nosotros disfrutando de su generosidad, su ilusión y su capacidad de iluminarnos con su inocencia.
Al final aplausos y abrazos, sonrisas y mucho amor… Nos quedaríamos a vivir en esa casa sin dudarlo!!!! Que magnífico ambiente, es emocionante poder ser testigo de semejantes obras altruistas. Os deseamos lo mejor del mundo!!!! Muchos besos y abrazos.
Bravo! Que grandes sois, a ver cuando venís a Alicante que hace falta algo de humor por aquí , un abrazo!!!!!