Después del Dhasain y una vez recuperados del trekking al campo base del Everest contactamos con Hugging Nepal, una ONG dirigida por Álvaro y María. Una chicos encantadores que ya hace casi 4 años que viven en Kathmandú, con ellos nos reunimos para ver las posibilidades de colaboración que teníamos. En los siguientes post os contaremos más sobre la labor y los proyectos que llevan a cabo en Nepal.
Para empezar nos dió el contacto de una escuela llamada Koseli Foundation, que trabaja dando educación a 75 niños del slam (suburbios de barracas) que hay en los límites del río Baghmati de Kathmandú.
Llegamos a la escuela a la hora que nos habían citado, a las 10 a.m. Allí esperamos hasta que llegó Mrs. Neelam, la directora de la fundación. Le comentamos de hacer un taller de teatro para los más mayores y a continuación el espectáculo de clown, nos respondió que sería genial, así que nos pusimos manos a la obra. Nos vestimos con nuestro uniforme de trabajo y convocamos a los niños más mayores en el patio para empezar.
Hicimos los ejercicios típicos, coordinación, concentración, trabajo en equipo, los explicábamos poco a poco y con traducción del personal de la escuela. Todo iba bien, los niños se iban motivando a medida que avanzábamos.
Focalizábamos esfuerzos en los más tímidos que en ocasiones eran más reacios a colaborar, y así nos asegurábamos que todos participaran. Como siempre las bestias se amansan cuando toca improvisar delante del grupo… jejeje… entonces la tormenta deja paso a la calma… quien será el/la voluntario/a…? Jejejeje (risa maligna).
Pero los nervios duran solo hasta los primeros voluntarios, al ver que no era tan difícil les entraron las ganas de salir y lucirse. Es muy bonito verlos con las narices puestas representando pequeñas escenas, dándolo todo!! Así que el taller acaba por todo lo alto, los niños pidiendo poder hacer una más… aaaish… eso nos llena… pero no hay tiempo, debemos hacer el espectáculo ya!!!!
Le explicamos al técnico de sonido improvisado las entradas de las músicas y nos vamos a preparar. Como ya estamos acostumbrados, disponemos 10-15 min para vestirnos, maquillarnos y prepararnos. Al principio, las prisas nos estresában y no nos dejaban entrar en escena bien… con el tiempo y la repetición te acabas acostumbrando…
Empieza la música!!!! Salimos a escena, los niños de todas las edades están a tope!!! Las primeras carcajadas no tardan en llegar, y eso siempre nos da una motivación extra que se retroalimenta.
Siempre intentamos que los niños estén en la sombra durante la actuación para que no se achicharren, pero esta vez, el paso del tiempo posterior a la planificación había descubierto el sol en la primera fila… así que dichos niños estaban viéndonos a contraluz, con la mano haciendo de visera, buscando el punto donde pudieran ver algo, e igualmente no dejaban de reír, entregados… que gusto de público!!!!
Les costaba mucho salir como voluntarios, así que entre risas se señalaban entre ellos para evitar ser escogidos, hasta que sacábamos al afortunado, que con cara traviesa y avergonzada salía animado por el público…. un show en sí mismo…
Además, el volumen de la música atraía a los vecinos que se asomaban para ver por encima de la valla, hasta que salíamos a por uno de ellos para introducirlo en el número, hubiese sido muy divertido, sin embargo cuando salía todos se dispersaban corriendo entre risas… hablamos de abuelas y abuelos huyendo del payaso… jajajaja…
Y, nada es para siempre, todo tiene un final o un hasta luego. Para agradecernos el tiempo compartido los niños de la fundación nos hicieron un regalito de recuerdo, un bote para lápices y un dibujo precioso los dos hechos por ellos!!!! Nos lo entregaron entre abrazos mutuos… qué bonicos son… Os guardamos en el corazón y hasta la próxima ocasión!!!!
Cada vez dais más envidia!!! A disfrutar!!