JRS Refugiados Chin, la rutina diaria de salvar vidas

En Nueva Delhi contactamos con Jesuits Refugees Service (JRS) una ONG iniciada en 1980 que proviene de la orden de los Jesuitas. Se han dedicado desde hace décadas a la atención de gente vulnerable, resultado de conflicto armado o desastre natural, en ocasiones corriendo muchos riesgos. Sobre todo se dedican a asistir a gente en campos de refugiados o desplazados en todo el mundo, para asegurarles una vida lo más digna posible, para defender sus derechos en los países dónde son refugiados e implementar programas de desarrollo para individuos y comunidades para que puedan reinsertarse en la sociedad lo antes posible.

  

JRS cubre varias áreas de atención. Ellos trabajan en educación, desarrollo personal y profesional, programas de desarrollo económico, salud, soporte psicológico, centros de diversidad funcional, asistencia en emergencia, en nutrición, y también dan asistencia legal y de derechos humanos. Con 1400 trabajadores, sin contar los refugiados que entrenan para que sean profesores, han ayudado a millones de personas en todo el mundo, en 60 países… casi nada… desde el primer momento nos sorprendió la increíble obra social y de ayuda que hacen, dando esperanza a miles de personas en todo el mundo…

Ya habíamos trabajado indirectamente con ellos en Myitkyina, a través de la hermana Rose Mary de las Hermanas de Jesús. Enviamos un email y no tardamos en recibir respuesta, el padre Stan, director de JRS India nos citó para hablar con nosotros. Nos propuso llevar un taller para refugiados de Myanmar de la etnia Chin en Delhi. Nosotros aceptamos sin dudarlo, y acordamos que podría ser el siguiente lunes. En Delhi hay unos 2000 refugiados de la etnia de Myanmar Chin, una de las 7 más importantes etnias de este país.

Chin es uno de los 7 estados étnicos de Myanmar. Es considerada la región más pobre con un índice de pobreza del 73%. El 50% de la actividad económica en este estado es agraria. En el 1962 el general Ne Win dio un golpe de estado en Myanmar y ha gobernado el país durante 26 años. Durante este periodo el gobierno llevó a cabo una birmanización del país por varios intereses, persiguiendo todas las etnias diferentes a la birmana. La etnia Chin ha ido escapando al estado indio de Mizoram, fronterizo con el estado Chin, donde no son reconocidos como ciudadanos. Más de 12.000 de estos refugiados se trasladaron a Delhi, una gran urbe donde encontrar un trabajo digno puede ser tarea imposible.

Así que el siguiente lunes nos dirigimos hacia el lugar donde nos habían citado, un centro de desarrollo de JRS dónde los refugiados Chin aprenden inglés, informática básica, costura, y otras actividades para dar salida laboral a la gente del campo de refugiados. Recordamos que el principal objetivo de un campo de refugiado es su desaparición, debido a la reinserción de su gente en una sociedad sin violencia y que les permita un desarrollo normal. Sin embargo hay muchos campos de refugiados que llevan en funcionamiento décadas. Por este motivo JRS proporciona recursos de desarrollo personal y profesional, para conseguir que puedan ganarse la vida de una manera independiente.

En el centro de desarrollo preparamos lo que nos habían pedido, un taller distendido y diverti-do para las mujeres que asisten allí… o sea, un taller de Clown!!!! Jajajajaja… Saludamos a Steffi, Jovin y Morning, parte del personal de JRS. Entramos en la sala, y allí estaban ellas, todas mujeres. Un grupo de unas 20 mujeres de edad comprendida entre 20 y 60 años, sentadas en el suelo, algunas con niños pegados al cuello. No tenían ni idea de qué íbamos a hacer, sus caras eran de timidez extrema!!!! jajajaja… ningún problema, eso es lo normal… Manos a la obra!!!!

Empezamos con el calentamiento, divertido, todas motivadas y dispuestas, riéndose al ver a sus compañeras. Al principio se notaba que no estaban muy entrenadas en ejercicios de atención, pero poco a poco la concentración fue en aumento, consiguiendo que lo dieran todo… Las más tímidas eran muy tímidas!!! jajaja… pero otras tiraban del carro arrastrando al grupo. Se veía un sentimiento de comunidad, de apoyo entre ellas, y se notaba que iban al centro de desarrollo a aprender.

Entre risas se motivaban y retaban las unas a las otras, se empujaban a salir voluntarias y se reían juntas las unas con las otras… Los ejercicios de improvisación fueron muy bien. Estaban muy graciosas con la nariz de payaso… que monas… al principio estaban todas super tensas, pero poco a poco se relajaron y se permitieron disfrutar del momento, entre risas y comentarios, asombradas de que ellas pudiesen estar actuando delante de un público…

 

Todos nos partíamos de risa, era realmente divertido y tierno verlas allí, disfrutando como niñas pequeñas, ofreciendo generosas a sus compañeras esas escenas de sus vidas…

Fue una gran experiencia, ellas hicieron un gran esfuerzo, las habíamos sacado muy lejos de su zona de confort, y habían respondido muy muy bien, con valor y entendiendo perfectamente la propuesta, dos valores muy importantes para dar un paso adelante, para estar dispuestas a adentrarse en una sociedad muy distinta a la suya… Os deseamos lo mejor de corazón, lo tenéis todo para conseguirlo!!!!

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