Salam Children´s learning Centre, una pequeña gran escuela hecha para dar oportunidades a refugiados

En Malasia tuvimos varias colaboraciones, a cada cual más interesante y enriquecedora. La primera que hicimos fue en la escuela Salam Children´s Learning Centre. Se trata de una pequeña escuela iniciada por una familia de refugiados de Iran. Se compone de 3 pequeñas salas en un primer piso, y los estudiantes son en su mayoría refugiados afganos.

Nuestra llegada era esperada, todos expectantes, así que nos fue muy fácil empezar con las risas, haciendo el payaso no falla… Las caras sonrientes de l@s niñ@s, entre una cierta reserva de timidez inicial. Solo llegar ya alborotamos toda la escuela!!!! Esto iba a ser fácil…

Y efectivamente, tod@s se engancharon a la formación en un instante!!!! Nos costó muy poco tenerlos a todos compartiendo enganchados y completamente dispuestos. Poco a poco fuimos creciendo juntos, hasta que llegó el final.

Las caras de tod@s eran de felicidad, nos dejaron enamorados de ellos, y al final estuvimos chocando palmas, haciendo bromas, todo risas, incluso antes de irnos algun@s niñ@s incluso nos abrazaron, con un arrebato de pleno amor… que guapísim@s son tod@s!!!!! Para comérselos!!! la verdad es que nos enamoramos rápidamente de todos nuestros alumnos…

Antes de irnos la familia regente nos invitó a un té y unas pastas de cortesía. Estaba la hija, la mujer y el hombre de las casa. Nos contaron un poco su historia, los sufrimientos que habían vivido saliendo de Irán perseguidos por ser cristianos hacia Paquistán, y como allí les habían intentado asesinar por envenenamiento, del que sobrevivieron de milagro para escapar a Malasia… Todo sobrecogedor… no somos conscientes de las injusticias que suceden en el mundo hasta que nos las cuentan, y vemos de lo espeluznante que somos capaces…

En fin, nos vamos con muy buen sabor de boca, con una experiencia inolvidable y con el recuerdo de las caras de felicidad de l@s niñ@s… Nos encantaría volver para seguir con lo que empezamos…

Smart Iqra Education Centre, meeting Rohingya and Pakistan refugee children

La siguiente escuela a la que acudimos también está en un barrio periférico de Kuala Lumpur, Malasia. Se trata de la escuela Smart Iqra Education Centre. Se trata de una pequeña escuela donde la mayoría de estudiantes son refugiados Rohingyas y de Paquistán. El edificio era bastante nuevo, aunque el número de estudiantes es elevado.

Realizamos el taller en la zona que pudimos, ya que con el mobiliario es difícil hacer actividades prácticas. Salimos al jardín y nos expusimos al sol y las altas temperaturas, por un tiempo limitado… L@s niñ@s no hace falta decir que estaban encantados, empezamos a jugar y a disfrutar.

Después nos trasladamos a la sombra, sudados y agitados, preparados para la segunda parte, la parte más creativa, dedicada y personal, donde nos exploramos y compartimos. Tod@s estaban entregados y motivados, disfrutando cada minuto. A medida que avanzaba había cada vez más voluntarios dispuestos, con ganas de participar.

Al final todos nos despidieron con agradecimiento y con ganas de más. Nosotros nos quedamos agotados pero encantados, agradecidos por el regalo que nos habían hecho tod@s es@s niñ@s. Recordando esas caras de felicidad y de entusiasmo… Precioso trabajo el nuestro…

JRS Bangkok, una reunión con gran gente dedicada a los refugiados

Desde Malasia volamos a Bangkok, Tailandia para encontrarnos con el personal de JRS Bangkok, una comunidad dedicada a ayudar principalmente a los refugiados urbanos de muchas partes del mundo, como Rohingyas, Etiopía, Somalia…

Estos refugiados no tienen papeles y viven en una situación bastante tensa en relación con las autoridades, además de tener que solventar sus necesidades para el sustento de sus familias…

Así que el día convenido nos fuimos a las instalaciones de JRS Tailandia,. Allí nos condujeron a la sala donde se iba a celebrar el taller de 3 días para el personal y para los educadores. Los asistentes eran de nacionalidades variadas, sobretodo tailandesas, pero también de Myanmar, Somalia, Etiopia, Pakistán e Indonesia… Casi todos eran educadores, así que el contenido debía ser ajustado a las necesidades… Pero ningún problema, lo tenemos todo controlado.

Iniciamos la formación con presentaciones, para poder conectar con el grupo, conseguir su atención y empezar a hacerles entender qué es lo que les estábamos ofreciendo. Todo fue fluyendo poco a poco, la motivación se incrementaba y nosotros lo teníamos más fácil para ofrecer lo que teníamos en la programación.

Los días fueron pasando y los objetivos se iban cumpliendo. Los asistentes estaban involucrados y nosotros sentíamos que el sentido de la formación se iban consiguiendo. El final fue genial, finalmente llegó el momento de hacer evaluación y expresar lo que cada uno había sentido. Las opiniones de la gente nos sobrecogió, súper positivas, sobre lo que habían experimentado.

Después nosotros pudimos expresar lo bien que lo habíamos pasado, lo fácil que había sido compartir nuestra experiencia con ellos, y lo mucho que habíamos aprendido… Seguro que esto no acaba aquí y que nos volveremos a ver!!!!!

Centro Vocacional Jesuits para los Tamiles en los campos de té de Hatton

De la India nos fuimos a Sri Lanka, allí nos esperaban la orden de Jesuitas para proporcionar formación en sus centros vocacionales. La primera parada fue en los campos de té de las montañas centrales de Sri Lanka.

Allí tenemos a la orden de los jesuitas haciendo un excepcional trabajo de formación a los trabajadores de los campos de té. En el siglo XIX los ingleses trasladaron miles de gente para trabajar en estos campos. La mayoría de la población provenía del estado de Tamil Nadú.

La situación de los trabajadores de los campos de té es preocupante, ya que sus condiciones de vida no son buenas. Viven en las propiedades de los campos de té, sin un lugar adecuado y siempre condicionados a tener que trabajar en los campos.

Tuvimos la oportunidad de visitar uno de estos poblados, vimos las condiciones en que vivían, nos invitaron a una de las casas para tomar una taza del té que cultivaban y cosechaban allí. Estaban muy contentos de podernos ofrecer lo que tenían, de pasar un rato juntos, disfrutando de su hospitalidad.

También visitamos la escuela del poblado, llena de niños sonrientes, esperándonos para jugar!!! Hicimos un taller de teatro para ellos, y se entregaron desde el primer minuto!!! jugamos juntos, reímos, disfrutamos y compartimos…

Para nosotros es plena satisfacción, compartir y que los niñ@s disfruten sin contención, libremente, descubriendo, aprendiendo, entregados… Pura inocencia!!

De vuelta a Hatton, empezamos los talleres en el centro vocacional. Nuestro contacto fue el padre Prem. Los alumnos eran variados, desde profesores de inglés, costura e informática, a los propios alumnos del centro.

La formación fue intensiva durante 3 días, con 32 personas, todos con ganas de aprender y compartir con nosotros. Como siempre al principio nos dimos el tiempo necesario para conocernos y conectar, descubrir lo que estábamos haciendo allí, pero a medida que la formación avanzaba todos se involucraban más y más, dedicados a crear, a imaginar y descubrir nuestros potenciales, aptitudes y talentos…

No tardamos mucho en conseguir ser uno, en estar todos dispuestos a todo y compartir cada segundo dándolo todo…

Al acabar los 3 días concluimos los talleres con gente muy contenta, no por haber acabado sino por la experiencia vivida, nos lo agradecieron, y la valoración fue excelente… Ellos contentos y nosotros felices… Al final nos fuimos con regalitos que nos hicieron, entre otras cosas un quilo de té de Hatton, un valioso tesoro que aún saboreamos a diario… Muchas gracias!!!!

JRSS, para el desarrollo Tamil en el norte de Sri Lanka

La siguiente colaboración fue con Jesuits Reconciliation Solidarity Sri Lanka (JRSS), la organización remanente después de la disolución de JRS en este país. Ellos se dedican a proporcionar formación profesional para mejorar el desarrollo en esta zona del país donde predomina la población Tamil.

Nuestro contacto fue el padre Benny, una persona bastante singular amante del teatro y que ha promovido el teatro de calle por la India y Sri Lanka. Con el fuimos primero a Vavuniya para ver las oficinas de JRSS y después a Killinochi donde llevamos a cabo la formación.

El taller estaba destinado al personal de JRSS y a las mujeres que asisten al centro vocacional, en total 24 personas, que durante dos días compartieron sus experiencias con nosotros y pudimos disfrutar de su entusiasmo y compromiso a mejorar.

Al principio todos teníamos una actitud tímida, pero poco a poco nos fuimos soltando, sin condiciones ni limitaciones. A medida que avanzábamos la complicidad aumentaba y la ayuda y experiencia del padre Benny ayudó a que todos nos soltáramos mucho más rápido, entre risas y confianza.

Al final del segundo día nos hicimos la foto de grupo, después de haber disfrutado, de haber compartido, de haber expresado con libertad y de haber confluido en una misma habitación para mezclar nuestras culturas y compartir nuestras experiencias… Todo un regalo para nosotros y para nuestra experiencia… Nos vamos felices de haberos conocido!!

LEADS Sri Lanka, una organización comprometida

En Colombo contactamos con LEADS, una ONG que se dedica al desarrollo de las zonas más necesitadas en Sri Lanka. Están involucrados en varios programas relacionados con el desarrollo familiar, necesidades básicas, educación, en diferentes zonas de Sri Lanka. Se inició formalmente en 1983 para aliviar el sufrimiento humano. Desde entonces realizan un trabajo excelente para los más necesitados.

Nosotros contactamos con ellos, y acordamos compartir un poco de conocimiento para poder aplicarlo en sus proyectos. La formación se realizó en una sala del edificio de la ONG, y la asistencia fue de 35 personas, personal de campo destinado en diferentes zonas del país.

Son gente muy profesional así que fue sencillo congeniar y motivarnos juntos. Las actividades fuero muy fluidas, todo acorde con sus necesidades, íbamos conduciendo la formación compartiendo experiencias, sugerencias y comentarios, muy enriquecedor…

Fue un placer además compartir los ratos de descanso, incluyendo la comida, para comentar sobre casos y necesidades de sus trabajos, de sus experiencias de campo, juntos nos enriquecimos de experiencias y conocimientos comunes.

El final del taller fue todo un éxito, todos los asistentes estaban completamente metidos, motivados e hipnotizados por la magia de los ejercicios que les propusimos!!!!! Incluso nosotros, disfrutando y coreando a cada ejercicio. La evaluación que nos devolvieron fue genial, estaban encantados… Nos volveremos a ver…

Rainbow of Love School, un lugar para l@s niñ@s Rohingya

La última experiencia que realizamos en Kuala Lumpur fue en la escuela Rainbow of Love. Es una pequeña escuela creada por la ONG Human Aid para los refugiados Rohingya en Kuala Lumpur. Est@s niñ@s no tienen derecho a educación formal porque el país de Malasia no reconoce a los refugiados, y por tanto no tienen papeles, excluyéndolos de la posibilidad de tener educación regulada. La escuela Rainbow of Love proporciona educación no formal para estos niños rohingyas refugiados.

Ya solo entrar conocimos a Haziq, nuestro contacto, se trata de un voluntario local que hace servicios para la escuela. Nos encantó su atención, las formas y la formación que no dio sobre la escuela, de una forma muy lógica y coherente, con una dedicación completa al bienestar de los niños y niñas de la escuela, realmente un salvavidas para estos niños, que después de haber sufrido un camino de infierno y a punto de perecer en su país de origen, aquí encuentran cariño y oportunidades que si no fuera por ellos no tendrían.

Haziq hizo llamar a l@s niñ@s para que fueran a la planta de abajo donde íbamos a llevar a cabo los talleres. Aparecieron 57 niñ@s de edades diferentes, desde 17 años a 5 añitos!!! eran para comérselos!!! y estaban súper dispuestos y motivados!!! Que caritas sonrientes más preciosas… Al principio eramos desconocidos, y todos se comportaban tímidamente… Pero poco a poco con nuestras payasadas se fueron soltando y se entregaron al taller, a disfrutar y compartir con nosotros…

En un momento del taller, le tocaba el turno a unas niñitas de unos 6 años, estaban tan emocionada de participar que no podían aguantar la emoción!!! apretando sus caritas de la ilusión que les hacía!!! Solo este instante ya justifica todo lo que hacemos, la ilusión de una niña, el reto, la emoción, de compartir, de dibujar una sonrisa en sus caras, de crear algo para su comunidad…

Y con todo el alboroto de l@s niñ@s loc@s por ser el siguiente voluntari@, preparad@s para darlo todo, con total entrega y sinceridad, tuvimos que finalizar el taller… La única nota triste fue la cara decepción de los que no tuvieron más tiempo para ser partícipe de las actividades… Pero los profesores nos dijeron que seguirían con las actividades para que todos pudieran disfrutarlo.

Y de allí pasamos a comer, extendieron unas lonas plásticas en el suelo donde todos los niños se sentaron en grupo. En medio de cada grupo pusieron una gran bandeja con una montaña de arroz y unos huevos al curri…

Todos l@s niñ@s estaban super monos, super educados, esperando que los encargados acabaran de servir para empezar a comer… Nosotros dijimos que no teníamos problema en comer en los platos comunitarios, pero finalmente nos sivieron un plato a cada uno por separado…

Eso sí, nos sentamos en medio de todos, compartiendo y jugando con l@s niñ@s. Que bonitos son, se merecen todo lo que les podamos dar, porque ell@s lo dan todo, sin reserva, así que eso intentamos, que se sientan que somos merecedores de sus sonrisas!!

Esperamos tener la oportunidad de volver…

Caritas Bangladesh, aliviando el dolor de un pueblo, refugiados Rohingyas

La siguiente colaboración fue muy especial para nosotros, no solo nos devolvía al trabajo de campo y significaba colaborar con una nueva organización, sino que además era para una gente que ahora mismo están en situación crítica. Se trata de los refugiados Rohingyas, expulsados/escapados de Myanmar por la sanguinaria represión que sufren por parte de los militares del país.

El pueblo Rohingya es una etnia de religión musulmana que vive en el estado de Rakhine, llamado Arkan por los Rohingyas, en Myanmar. Su antigüedad en esas tierras es una de las principales disputas entre los Rohingyas y el gobierno de Myanmar. A día de hoy el número de refugiados asciende a 1,2 millones de personas, hacinados en condiciones muy básicas, viviendo en tiendas, sin ningún control de seguridad interno, con un creciente dominio de mafias y sin la posibilidad de ninguna solución o esperanza a corto plazo.

Además se suma la reticencia del gobierno de Bangladesh a invertir en estos campos y crear una mínima infraestructura, con la idea de asegurar que estos refugiados estén solo temporalmente y no se asienten en esas tierras de forma definitiva. Tampoco permiten crear escuelas, por eso Caritas ha creado los Child Friendly Spaces (CFS).

Estos espacios proporcionan un lugar seguro, donde los niños y niñas, un 60% del total de los refugiados, puedan estar seguros y tengan un mínimo desarrollo, aprendan higiene básica, se alimenten adecuadamente y puedan desarrollarse mínimamente mediante una educación complementaria.

Nuestra colaboración fue a través de Jesuits Refugee Service (JRS) que actuaba a través de Caritas, así que a efectos prácticos nuestra labor reportó directamente al personal y facilitadores de Caritas Bangladesh. Caritas es una enorme organización internacional de servicio social iniciada en 1897 que se dedica a proporcionar soporte en todo el mundo para en defensa del pobre y desfavorecido.

Volamos desde Barcelona, por unas 14 horas. Una vez en Bangladesh, y después de interminables verificaciones de pasaporte nos encontramos con nuestro contacto, Mr. Shishir, uno de los managers de Caritas en Dhaka, la capital del país. Con él estuvimos visitando los alrededores de Dhaka hasta coger un avión doméstico a Cox’s Bazar, donde llevaríamos a cabo el taller.

La organización de Caritas Bangladesh lo tenía todo preparado. Estábamos albergados en un hotel y el taller se llevaría a cabo en la sala de conferencias del mismo. Todo estaba listo para que al día siguiente empezáramos las 7 horas diarias de taller durante los siguientes 5 días.

A 5 minutos para las 8:30 estábamos todos en la sala del taller, observándonos los unos a los otros, curiosos, con ganas de empezar. Se les veía en la cara la intriga…: qué se hace en un taller de Clown…? Jajajajaja… en breve lo iban a descubrir!!!

Dimos la campana de inicio y Mr. Shishir se encargó de iniciar las presentaciones… que nervios!!! Teníamos muchas ganas de empezar, de compartir juntos los siguientes días de intenso trabajo, de conocimiento mutuo, de esfuerzo y mucha verdad.

En total eran 26 personas, la mitad personal de Caritas, algunos senior y otros junior, y la otra mitad eran facilitadoras, todas ellas mujeres, las que se encargarían de enseñar en los CFS en los campos de refugiados.

Al principio el ambiente fue un poco más rígido, de timidez, había algunas barreras culturales que debíamos superar, les costó acostumbrarse a nuestra forma de hacer, desenfada y buscando su propia opinión, su propia expresión y a cada uno de ellos.

La chicas facilitadoras, de mayoría musulmana, al principio les costó integrar los ejercicios a sus esquemas, no las culpo, jejejeje… pero poco a poco todos nos fuimos fusionando en un fantástico y maravilloso grupo de expresión y juego, aprendizaje y experimentación.

Las dinámicas cada vez levantaban más voluntarios. Aquellas y aquellos que al principio bajaban la mirada al pedir colaboración, ahora les brillaban los ojos de emoción, de necesidad de decir su opinión, por compartir con todos nosotros la esencia que llevaban dentro. En el vínculo común: todo por los niños y aprendiendo para ofrecerles más, nos sumergimos todos en este viaje que duró 5 días.

Y esta sensación fue palpable, las opiniones finales, los reconocimientos, las expresiones de gratitud del grupo nos dejaron al borde de las lágrimas. Nuestra forma diferente de tratar los conceptos les sorprendió sobremanera, nos comunicaron que no se habían aburrido ni un solo momento, que el tratamiento de los conceptos había sido de manera tan simpleza, muy clara… Este es el premio a lo que hacemos… Gente feliz!!!

A través de nuestra técnica, de nosotros, dejando un recuerdo y un conocimiento que ahora llegará a los Rohingyas, a sus niños y niñas, a una parte del mundo que le hace mucha falta reír y expresar, son límites ni barreras, para que podamos decir que la voz del mundo también es suya.

   

Después de esta experiencia, intensa, emotiva, con imágenes que no olvidaremos, con miradas, gestos, risas y sonrisas que se quedan grabadas en nosotros para siempre… Buena suerte en vuestra increíble misión, nos volveremos a ver, sin duda…

Desde Cox´s Bazar volamos a Dhaka para coger otro avión a Chennai, India, dónde nos espera la siguiente colaboración… Allá vamos!!!

JRS Drop out girls de los refugiados de Sri Lanka, generando un futuro

Seguimos por el sur de la India, y desde Bangalore volvimos en tren a Dindigul. Nuestra siguiente colaboración fue otra vez con JRS (Jesuits Refugee Service). JRS hace una excelente labor dando asistencia a los refugiados de Sri Lanka que están asentados en el sur de la India.

Estos refugiados son los Tamiles, y llevan ya más de 25 años en los 107 campos de refugiados que hay en la región de Tamil Nadú, esperando soluciones para asegurarse un futuro digno.

JRS realiza mediación con el gobierno de la India para mejorar en lo que puedan sus condiciones de vida, y si es posible acelerar la llegada de posibles soluciones con la ayuda de la UNHCR.

Mientras tanto, JRS nos pidió si podíamos compartir un poco de nosotros con un grupo al que ellos proporcionan soporte para que puedan disponer de alguna opción de futuro.

Este grupo se trata de las “Drop Out Girls”. Son chicas que han dejado la escuela prematuramente y no han obtenido ninguna otra formación. Las razones de dejar la escuela pueden ser varias, falta de atención por parte de los padres, discriminación en las escuelas indias, tener que trabajar… En cualquier caso, esta situación las condena a tener grandes limitaciones para su desarrollo económico, con una única alternativa, casarse.

JRS les proporciona una formación intensiva de seis meses seguidos. Les enseñan costura y todos los conocimientos necesarios para confeccionar ropa, y poderla vender para construirse un futuro. Además aprenden habilidades de salón de belleza, y otras aptitudes.

En la estación de tren nos vino a buscar el padre Alex, él nos explicó los detalles de la disponibilidad de las chicas para hacer el taller. Se trataba de 25 chicas, dos de las cuales habían sido contratadas como profesoras. Los talleres se llevarían a cabo en la residencia Shakthi. Shakthi Folk Cultural Centre es una escuela de danza tradicional india para chicas Dalit (la casta más denigrada, inclusive no es no considerada casta por ser muy inferior) que no tienen formación y sin modo de desarrollarse económicamente.

Este centro les enseña danzas tradicionales del sur de la India, más concretamente de la zona de Tamil Nadú. Las chicas ganan un sueldo haciendo gira en espectáculos de los alrededores ( y en ocasiones internacionalmente), ofrecen bailes como espectáculo tradicional. Nosotras las hemos visto y son realmente buenas.

Así que Sister Chandra, la responsable y fundadora del Shakthi Folk Cultural Centre, accedió muy amablemente a albergar y alimentar a las 25 chicas de JRS, además de a sus 25 chicas y a nosotros. Allí compartimos todos más de dos semanas. A cambio nosotros realizaríamos otro taller de dos días para sus chicas. Como os podéis imaginar hemos vivido grandes experiencias durante más de 2 semanas allí, os intentamos hacer un resumen.

El lugar estaba muy limpio, era agradable estar allí, rodeado de naturaleza en una zona rural en el sur de la India. La comida era excelente, toda hecha por ellas, con base de arroz, coco y verduras. Lo que más nos gustaba eran los idlys con chudney de coco, una salsa hecha con coco… una delicia!!!! Además, comimos un excelente arroz byriani…

El taller fue genial! dos semanas, cuatro horas al día, así que tuvimos la oportunidad de aplicar varias técnicas, muchos ejercicios. Ellas lo disfrutaron, y mucho, las tendríais que ver jugando, gritando, disfrutando como niñas, transportadas a tiempos sin preocupaciones, en un paréntesis temporal. Fueron 25 chicas de entre 14 y 21 años, en plena adolescencia.

Al principio, les costó. Al conocernos por primera vez, nadie se podía poner a mi lado, se asustaban y hacían un espacio vacío entre yo y cualquier forma de vida femenina… Poco a poco fui ganándome su confianza, empezaron a interaccionar conmigo y ya todo fue como la seda.

Fue muy interesante las fuertes creencias bastante anticuadas que tenían, diferenciando tremendamente el género masculino y femenino.

Al final con muchas de las chicas teníamos bromas que fuimos repitiendo hasta el final de las semanas. Una de ellas me llamaba hermano grande en Tamil cada vez que me veía, esta chica era muy graciosa, y acabamos siendo amigos!!!

En el grupo había varios caracteres, como acostumbra a pasar en un grupo de gente, que es heterogéneo, y se formaban grupos separados. Nosotros intentábamos romper estos grupos, hacerles comprender que las diferencias son características positivas en los individuos que benefician a todo el grupo.

Fue muy interesante poder compartir, nosotros les enseñamos nuestros argumentos y principios y ellas nos enseñaron su cultura, sus costumbres, sus expresiones, su música y sus bailes… casi nada!! A medida que el taller avanzaba las chicas estaban cada vez más motivadas, ya éramos un grupo, que juntos estábamos creando algo, expresando, desarrollándonos los unos a otros.

El último día fue triste, ellas volvían a la residencia de Trichy, y nosotros continuábamos nuestro viaje a otros lugares. Nos llevamos esta experiencia muy grabada en el corazón, la verdad es que fue muy intenso, muy cercano y trabajamos durante muchas horas… Aaaaaish… solo esperamos que hayamos podido cambiar a mejor, aunque solo sea un poco, su vida. Nos volveremos a ver!!!!!

Shanti Bhavan, un sueño de escuela para los líderes del futuro

Esta colaboración fue con una organización muy especial, Shanti Bhavan. Se trata de una escuela que proporciona alimentación, alojamiento y una educación de alta calidad a niños y niñas sin recursos de diferentes partes de la India.

Esta organización permite que muchas familias rompan la cadena de pobreza gracias a que sus hijos desarrollan habilidades excepcionales y consigan una educación completa de alta calidad. Sin exagerar, en la zona de reunión hay un piano de cola, y es normal que al pasar por ahí encuentres a un alumno tocando una pieza de Mozart o de Ludovico Einaudi… un placer para la sensibilidad.

La organización proporciona también educación superior, esponsoriza a los estudiantes para que vayan a la universidad que más les motive, en India o en cualquier parte del mundo. Es un placer poder ver cómo estimulan y cómo potencian las aptitudes de los alumnos al máximo. Realizan asambleas diarias para analizar las noticias del día, a nivel local e internacional.

Realizan multitud de experiencias artísticas, además de los temarios obligatorios de cada curso. Son campeones en ligas de fútbol local. Así que en esta escuela los niños y niñas obtienen una de las educaciones más completas que yo haya visto, y desde un trato cercano y con amor.

Nosotros contactamos con ellos gracias a unos simpáticos profesores y productores de teatro americanos que conocimos en la estación de tren de Calcuta. Ellos habían estado dando clase como voluntarios en esta escuela y habían vivido una experiencia fantástica. Así que después de varios emails conseguimos cuadrar las agendas para poder ir a compartir con ellos nuestras experiencias como payasos!!

La escuela envió un coche a buscarnos desde Bangalore, y después de 2 horas por carreteras interiores, entre aldeas y pueblos, llegamos a la gran finca de la escuela Shanti Bhavan. El recinto era muy grande, lleno de campo, al final de la carretera que lo cruzaba se encontraba la escuela y las residencias. Nos recibieron dos estudiantes, que serían los encargados hacernos una visita guiada por la escuela y alrededores.

Nos dejaron impresionados, la escuela es genial, y ellos super simpáticos, disfrutamos de ese momento con bromas y compartiendo información mutua. Nos enseñaron nuestra habitación, sencilla pero limpia, perfecta para nosotros. Nos dejaron allí para que descansáramos y fuéramos a la sala de asamblea unas horas después.

En la asamblea pudimos conocer a todos los alumnos, profesores y voluntarios. Escuchamos las noticias relatadas por los propios alumnos, con una espacio de preguntas y debate. Después el coro representó un par de canciones y finalmente hubo una serie de noticias del profesorado y nos presentaron dándonos espacio para describir quién somos y lo que hacemos. Después nos pudimos reunir con Ayesha, una de las responsables de la escuela, y ella nos comunicó el tiempo que tuvimos disponible. En total hicimos 4 talleres y 2 actuaciones en los dos días que estuvimos allí.

El primer taller fue con la clase de grado 9, con 15 años. Fuimos a la aula de teatro, un amplio espacio perfecto para aprender, el suelo de parquet y con telón. Empezaron a llegar los alumnos, que al final fueron 13, y empezamos porque solo disponíamos de 1 hora y 20 minutos.

Con el calentamiento conseguimos que el grupo se concentrara, y cada vez estaban más motivados. Con los ejercicios de escenificación nos reímos un rato, ellos y ellas disfrutaron, jugaron y compartieron con nosotros todas sus habilidades. Al final no se querían ir!!! nos pidieron hacer más ejercicios, pero debían irse a la siguiente clase… Una gozada de personas…

La comida la disfrutamos en el comedor con toda la escuela. Los alumnos de grado 12 nos pidieron sentarnos en su mesa… no dejaron de explicar chistes… algunos buenos otros no tanto, pero se notaba que eran estudiantes estimulados, curiosos y con ganas de comerse el mundo!!!

El siguiente taller fue con la clase de grado 11. Asistieron 14 alumnos, y repetimos las dinámicas del taller anterior, reduciendo el calentamiento para no ir tan justos en la dinámica final. Grado 11 tienen 16 años, así que ya tenían buena consciencia de lo que hacían y de lo que expresaban. Estaban muy motivados, y se lo tomaron muy en serio. Fue un gusto verlos dándolo todo, esforzándose por expresar y compartir con nosotros… un gusto…

Por la noche teníamos otra asamblea, pero en esta ocasión nosotros fuimos parte del entretenimiento… actuábamos!!! La ocasión tenía como testigo un viejo amigo del fundador de la escuela, así que el público estaba distribuido de una forma un tanto extraña, en la zona central los adultos y en los laterales se distribuían los alumnos… Y en el momento que acabó el recital de piano… salimos nosotros!!!!

Con un público de unas 100 personas, no costó mucho conseguir las primeras risas… sobre todo cuando hacíamos salir como “voluntarios” a los profesores… los estudiantes se partían!!

 

Todo el show fue un gusto, la gente fluía y compartía con nosotros, todos juntos, sin público ni actores, en todo nos seguían y los seguíamos nosotros… Al final, hubo aplausos y agradecimientos mutuos. Pero la noche no acabó allí, y nosotros nos unimos al público presente para disfrutar de las habilidades de los alumnos.

Al día siguiente teníamos dos talleres más, con los de grado 7 (de 13 años) y los de grado 5 (de 11 años). Asistieron 12 y 15 alumnos respectivamente. Aunque en este caso los chicos y chicas eran más jóvenes, las ganas no fueron menores. El juego fue diferente, las motivaciones variaron, pero todos fluyeron con nosotros para expresar un poco de su arte, de sus aptitudes innatas, de sus ganas de aprender y expresar. Nos sorprendió su inacabable motivación, como se dejaban sorprender y como compartían sus inquietudes con nosotros. Nos sentimos bien, percibiendo lo mejor de lo que hacemos, compartir, y proporcionar un punto de vista diferente, juntos.

Por último, Ayesha nos pidió si podíamos repetir el espectáculo para los más pequeños, ya que la noche anterior no habían podido asistir, y nosotros aceptamos con gusto. El show se hizo en el patio. Nos hicieron la señal de que todos estaban en su sitio, y empezamos!!!!

Salimos y los niños y niñas ya empezaron a reír. Algunos estaban perplejos, otros asustados, pero la mayoría reía con solo ver a los payasos. Todo el espectáculo transcurrió fantásticamente, todos compartimos el momento, y los pequeños, ya más confiados, salían como voluntarios incluso sin pedirlo!! jejejeje…

Eran monísimos, con caritas risueñas, disfrutando de ese momento especial, del color de las sonrisas, del camino que recorríamos juntos… Al acabar nadie se movía del sitio, todos queríamos más!!! pero habíamos actuado a pleno sol y nos estábamos derritiendo… Así que nos dirigimos a la habitación para cambiarnos.

Y llegó el final, después de dos días increíbles en esta fantástica escuela, nos despedimos de los niños, de los profesores y de los voluntarios. Ajit, el director de operaciones, y Ayesha nos agradecieron la visita y Ayesha nos acompañó al coche que nos llevaría a la estación de tren de Bangalore. Ya os echamos de menos, y nos quedamos con ganas de volver, para compartir mucho más con niños y niñas tan maravillosos, en esta escuela tan rica en sensaciones y educación. Hasta pronto!!!!!