La siguiente colaboración fue muy muy bonita. Hugging Nepal, (os hablaremos de ellos en otro post) nos pasó el contacto de Montse, una chica de Barcelona que trabaja y vive en Katmandú, para la fundación catalana Petit Món, que traducido al nepalí es Sano Sansar, entre de muchos proyectos ellos gestionan una casa de acogida para niños y jóvenes sin recursos.
Petit Món es una asociación catalana, fundada por tres hermanas de Barcelona, que lleva a cabo varios proyectos en Nepal, India, Burkina Faso y Barcelona, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los colectivos más necesitados asegurándose de poder darles un futuro mejor. Y todos los proyectos, al menos en Nepal que son los que conocimos de primera mano, están gestionados maravillosamente y sobretodo con muchísimo amor y cariño.
La casa alberga a 30 niñ@s de diferentes edades, desde 6 años, Sadán, un precioso trasto de niño del que te enamoras, hasta adolescentes como Asok, que siempre está haciendo bromas, de buen humor y con un trato exquisito, o Karen, un músico sensible y amable… Además de los que ya no viven en la casa porque van a la universidad e inician su independencia, también asistidos por Petit Món.
A través de donaciones privadas, Petit Món les proporciona todo lo que necesitan, un hogar bien equipado y limpio, comida, ropa, toda la educación que quieran disponer, incluso tienen jóvenes estudiando carreras en India porque en Nepal no son impartidas. Y además, y más importante les dan mucho amor!!!!
Por lo que vimos, la mayor responsable de que tengan tanto amor es Montse, una bellísima persona que vive con ellos en la casa. Les hace un poco de madre, de amiga y de profesora… Sólo hay que ir allí para poder apreciarlo.
Cuando Montse llega a la casa le rodean media decena de niños y jóvenes en busca de atención, consejo, permiso, material o dinero… de verdad, yo hubiese perdido la paciencia rápidamente… pero ella lo gestiona de una forma magistral… con una paciencia inmensa… Nos dejó enamorados!!!
Somos admiradores suyos… Esto también se traduce en los niños, sentimos muchísimo amor mientras compartimos nuestro tiempo con ellos… sólo estar en la casa fue una experiencia de amor, en serio… no enamoramos del ambiente!!!
Con Montse nos comprometimos a colaborar en los proyectos que Petit Món tiene en Katmandú y alrededores. Y Montse nos dejó vivir mientras tanto en un piso que la ONG tienen disponible, un lujazo que nos dió un respiro…
La primera colaboración que hicimos por supuesto fue en la casa de acogida Sano Sansar.
Hicimos 2 días de taller de teatro y una actuación. Así que manos a la obra!!!! El taller lo hicimos con los más pequeños, que eran unos trastos de aupa, y muy divertidos!!!! Acababan de salir del colegio, así que venían con ganas de juerga.
Con Mayra lo vimos claro, vamos a hacer ejercicios más físicos al principio para rebajar un poco de la energía… jejejeje…
Todo fue como una seda, les encantaron las actividades, poder representar historias, lucirse delante de los demás miembros de la casa, imaginar, crear y reír todos juntos… Son unos niños felices y amorosos!!!!
Los dos días de talleres transcurrieron geniales, entre risas, bromas, confianza, creatividad, imaginación y muchas situaciones de hermanos, como en una gran familia, o mejor que en muchas familias…
Y a continuación, espectáculo de clown. Decidimos hacerlo en la terraza de la casa porque es el espacio más grande, perfecto para el número, el único problema es que debíamos esperar a que todos los niños volvieran del cole, y eso comprometía la luz… bueno, tendríamos que exagerar más el gesto…
Lo preparamos todo, el director local de la ONG, Mr. Rupak nos haría de técnico de sonido y Asok de operador de cámara… de la Gopro… jejeje… Que empiece el espectáculo!!!!
Como suele pasar, no están acostumbrados a ver el tipo de clown que ofrecemos, menos circense y más teatral, así que los primeros momentos son de estupor, seguido de alguna risa, para catalizar el arranque general de risas. Era evidente que lo estaban disfrutando, lo estábamos disfrutando!!!
Finalizamos el día cenando su Dal Bat de cada día y un trozo de tortilla de patatas que cocinamos para ellos, concretamente 3 tortillas hechas con 24 huevos y 1 quilo de patatas…
Y así pasamos el rato todos juntos, rodeados por el alboroto cotidiano, el de cada día, 30 niños felices y contentos disfrutando y comentado sus momentos…
No hubo despedida porque aun estaríamos por allí unos cuantos días más… Nos encanta!!!!
Qué felices se os ve!! Tanto como a los niños!!!
Un abrazo enorme
Muchas gracias hermana!!!! la verdad es que esa casa es especial, está llena de amor, ahora viendo otra vez las fotos me daban ganas de volver… Besazos!!!!
Las tortillas buenisimas.
Sigue practicando y cuando vuelvas nos haces una demostracion. Besos
Gracias Mama!! Muchos besos!!