La última experiencia que realizamos en Kuala Lumpur fue en la escuela Rainbow of Love. Es una pequeña escuela creada por la ONG Human Aid para los refugiados Rohingya en Kuala Lumpur. Est@s niñ@s no tienen derecho a educación formal porque el país de Malasia no reconoce a los refugiados, y por tanto no tienen papeles, excluyéndolos de la posibilidad de tener educación regulada. La escuela Rainbow of Love proporciona educación no formal para estos niños rohingyas refugiados.
Ya solo entrar conocimos a Haziq, nuestro contacto, se trata de un voluntario local que hace servicios para la escuela. Nos encantó su atención, las formas y la formación que no dio sobre la escuela, de una forma muy lógica y coherente, con una dedicación completa al bienestar de los niños y niñas de la escuela, realmente un salvavidas para estos niños, que después de haber sufrido un camino de infierno y a punto de perecer en su país de origen, aquí encuentran cariño y oportunidades que si no fuera por ellos no tendrían.
Haziq hizo llamar a l@s niñ@s para que fueran a la planta de abajo donde íbamos a llevar a cabo los talleres. Aparecieron 57 niñ@s de edades diferentes, desde 17 años a 5 añitos!!! eran para comérselos!!! y estaban súper dispuestos y motivados!!! Que caritas sonrientes más preciosas… Al principio eramos desconocidos, y todos se comportaban tímidamente… Pero poco a poco con nuestras payasadas se fueron soltando y se entregaron al taller, a disfrutar y compartir con nosotros…
En un momento del taller, le tocaba el turno a unas niñitas de unos 6 años, estaban tan emocionada de participar que no podían aguantar la emoción!!! apretando sus caritas de la ilusión que les hacía!!! Solo este instante ya justifica todo lo que hacemos, la ilusión de una niña, el reto, la emoción, de compartir, de dibujar una sonrisa en sus caras, de crear algo para su comunidad…
Y con todo el alboroto de l@s niñ@s loc@s por ser el siguiente voluntari@, preparad@s para darlo todo, con total entrega y sinceridad, tuvimos que finalizar el taller… La única nota triste fue la cara decepción de los que no tuvieron más tiempo para ser partícipe de las actividades… Pero los profesores nos dijeron que seguirían con las actividades para que todos pudieran disfrutarlo.
Y de allí pasamos a comer, extendieron unas lonas plásticas en el suelo donde todos los niños se sentaron en grupo. En medio de cada grupo pusieron una gran bandeja con una montaña de arroz y unos huevos al curri…
Todos l@s niñ@s estaban super monos, super educados, esperando que los encargados acabaran de servir para empezar a comer… Nosotros dijimos que no teníamos problema en comer en los platos comunitarios, pero finalmente nos sivieron un plato a cada uno por separado…
Eso sí, nos sentamos en medio de todos, compartiendo y jugando con l@s niñ@s. Que bonitos son, se merecen todo lo que les podamos dar, porque ell@s lo dan todo, sin reserva, así que eso intentamos, que se sientan que somos merecedores de sus sonrisas!!
Esperamos tener la oportunidad de volver…