La residencia Chandeswori es una casita, situada en el pueblo de Tupche, que alberga a 12 niñ@s ciegos o con visión reducida. Esta casa estaba a cargo del colegio Chandeswori, de ahí el nombre, que recibe ayudas del gobierno para mantener a los niños. Las condiciones en las que vivían eran bastante precarias, estaban sucios, sin rutinas de higiene y los espacios no eran adecuados.

Petit Món se encargó de mejorar las condiciones, reconstruyeron la casa con arquitectos voluntarios, diseñándola especialmente para las necesidades de los niños y para optimizar los recursos naturales. El resultado fue increíble, la casa, que fue reabierta en agosto, es preciosa y adaptada perfectamente para las necesidades de los niños.

Montse nos propuso ir allí para hacer un taller y darles básicamente un poco de atención, ya que el pueblo está en medio de la nada, en la falda de las montañas!! En su día a día estos niños no reciben demasiados estímulos para su desarrollo, así que con el taller y juegos podríamos estimularlos un poco.

Los niños son adorables, al principio se comportaban de manera tímida, distante, pero a medida que nos íbamos acercando y conociendo todo era más fácil. Sobre todo nos enamoró una personilla… Sukuman!!!

Un niño de 4 años ciego, bueno, puede ver sobras, era la persona más feliz del mundo, le dabas un poquito y con ello se podía pasar horas. Jugar con él era una gozada, y se lanzaba a coger cualquier pequeña muestra de cariño… nos dejó realmente tocados… lo tendríais que ver comiendo su Dal Bat (arroz con una sopa de lentejas y patata) con la mano (como se come en Nepal) disfrutando como nunca, con la mirada al frente y removiendo la cabeza de alegría y placer.

Qué poco necesita Sukuman para estar contento… Yo le decía que era un superhéroe, y así pasábamos un buen rato, picando de palmas y repitiendo su nombre…

Su hermano, Aitaman, también ciego, es muy tímido, casi no habla, aunque siempre está con el grupo. Todos los niños allí se ayudan muchísimo mutuamente, son una piña dentro y fuera de la casa… son realmente un amor.

Aitaman y Sukuman duermen junticos por la noche… son monísimos… También tenemos Savin, Vinayak, Santosh, Inosh y Ramsaran, que son más mayores.

Los tres primeros con visión parcial y los dos últimos con ceguera total. Santosh y Vinayak les encanta bailar, se tiran todo el día con un altavoz bailando música nepalí, son muy graciosos…

A Savin le gusta aporrear cualquier instrumento que se encuentre, sobretodo la guitarra que hay en la casa, y los otros dos son más tímidos. A Inosh le costó más aceptarnos y Ramsaran es reservado pero fue muy cercano.

Las niñas son preciosas!!! Está Sharmila y Iswori, con ceguera total, y Ashmita que ve por un ojo. Las tres son la alegría de la huerta, a Sharmila le encanta cantar, y lo hace muy bien, así que no paramos de pedirle que nos cantara canciones.

También estaba Sarita, la más pequeña, con más temperamento, y aunque no le gusta el contacto físico no paraba de buscarnos, eso sí, cuando ella quería… Hay otro niño en la casa que no vimos, Surendra, porque había tenido que ir a su casa por un tiempo.

Nunca habíamos trabajado con chicos con discapacidad visual, pero no fue difícil hacer juegos con ellos, sobretodo, cómo no, juegos en los que se bailara!!!

Por la tarde, después del colegio, llegaron a casa y nos preparamos para hacer el taller. Empezamos con ejercicios que hacemos normalmente pero con modificaciones, que funcionaron muy bien, con el mismo resultado de siempre. Los más tímidos, Aitaman e Inosh al principio les daba mucha vergüenza, incluso Aitaman se fue a sentar a un banco apartado. Hasta que le preguntamos después de un rato y accedió a incorporarse…

Después hicimos el juego de las estatuas, debían bailar y cuando la música paraba hacían una estatua… les encantó y mostraron una imaginación que iba en aumento a medida que se iban retando entre ellos. Después jugamos a la patata caliente… y así hasta que se hizo de noche.

Tendríais que ver a Aitaman después de reincorporase, dándole un poco más de atención, lo emocionado que estaba bailando, cogidos de la mano y al ritmo de la música sonriendo como lo no habíamos visto hasta ahora… y la prisa que se daba con la patata caliente parta que no le tocara a él… que bonico estaba!!!

Al hacerse de noche continuamos la fiesta en la habitación, bailando con músicas nepalíes, sobretodo Santosh y Vinayak, dándolo todo, mostrando sus mejores movimientos, incluso haciendo coreografías improvisadas… muy graciosos… Sukuman se tiraba sobre nosotros para que le hiciéramos algún juego, Savin aporreaba la guitarra y el resto al rededor estirados en la cama y comentando la jugada.

Al día siguiente los acompañamos a la escuela, allí hablamos con los profesores para saber cuándo podíamos hacer la actuación que explicamos en la siguiente publicación.

Por la tarde sacamos unos juegos que Petit Món había comprado para ellos. Estaban super emocionados!!! Les faltaban habilidades pero les sorprendía todo lo que podían hacer. Se veía como pasaban de no poder resolver los problemas más básicos a retarse ellos mismos con otros más difíciles. Tendríais que ver a los más grandes resolviendo puzles, a Sukuman y Sarita sobre una moqueta jugando con juegos de formas… Era como si descubriesen como ser niños… Estaban preciosos…

Y finalmente se nos acabó el tiempo, debíamos ir a Lamagaun a otra colaboración. Así que se lo dijimos a los niños, Aitaman rompió a llorar, Inosh se enfadó y se fue a un rincón. Y el resto escondiendo sus caras largas nos despedía con pena. Nos costó horrores irnos… estos niños nos habían dado mucho amor… pero debíamos continuar… Adiós amiguitos….

Volveremos. Si alguien le apetece hacer voluntariado, este sería un sitio perfecto!!!!Estaríais genial y haríais muy felices a 12 niños preciosos, preguntad y os pasamos el contacto, ellos se lo merecen!!!!