Compartiendo en el corazón islámico de Somaliland, con Caritas

En Hargeisa, trabajamos a través de Caritas Somalia, con varias escuelas de la ciudad. Una de las escuelas es Salaam School, son un grupo de cinco escuelas repartidas por toda la ciudad de habla inglesa y Somalí. Allí pudimos hacer varios talleres en tres de los cinco centros porque los alumnos de los campos de refugiados que Caritas Somalia proporciona educación van a estas escuelas. Se trata de escuelas islámicas, por tanto tuvimos que seguir varias restricciones para respetar la cultura local, como por ejemplo que las clases de niñas y niños estaban separadas.

Los talleres fuero muy bien, l@s niñ@s estaban emocionados de formar parte de los talleres y todos se involucraron desde el primer momento. Además, los asistentes se agolpaban par ser voluntarios en cada actividad. Fue un regalo ver tantas caras de felicidad, tanto talento y tantas ganas de participar!!!! Eso hizo nuestro trabajo muy fácil… El nivel de desarrollo de l@s niñ@s en la escuela era mucho más elevada que por ejemplo en los campos de refugiados, por tanto el nivel de las actividades es superior.

La verdad es que los grupos femeninos fueron excepcionales, con una creatividad excepcional, una soltura que nos dejó sorprendidos… La manera en que expresaban, individualmente y en grupo, era fantástica, muy cuidada, con gran exactitud… Que feliz nos hizo ver tanto talento y la generosidad de enseñárnoslo a nosotros… Todo un privilegio…

El último taller lo hicimos en una escuela en una zona muy pobre de Hargeisa. Fuimos a esa escuela gracias al contacto de Edna Adan, una exministra de Somaliland y la fundadora de un hospital y una universidad fundación de medicina para proporcionar médicos a todo el país.

La escuela estaba en un barrio de barracas, muy pobre. Al entrar ya nos esperaban decenas de niños, cientos… todos con ganas de saludarnos e interaccionar con nosotros… Nos dirigimos a la sala donde íbamos a hacer el taller… y en unos minutos ya entraba el grupo… Se trataba de unos 50 niñas y niños de entre 7 y 10 años.

Además, al final de la sala también entraron unos 20 adultos curiosos que no se perdían ni un momento… Todo fue genial, todos con ganas de compartir y experimentar, además el público estaba entregado, aplaudiendo y apoyando a l@s valientes voluntari@s que se lanzaban al escenario… Una gozada de experiencia, para ell@s y para nosotros@s…

Y así acabamos nuestra primera experiencia en África, completamente agotados pero con el corazón lleno de sensaciones, de emociones, de amor… Con las caras de tod@s l@s niñ@s con l@s que habíamos compartido en la memoria, donde permanecerán por mucho mucho tiempo… Este es nuestro trabajo, entregados a lo que importa, felices de ver felicidad y alimentados por las risas y sonrisas de l@s niñ@s… Seguro que volveremos… Hasta pronto!!!!!

Digale Refugee Camp, compartiendo con l@s niñ@s del desierto, y Caritas Somalia

La siguiente colaboración fue en el campo de refugiados de Digale, en Hargeisa, a través de Caritas Somalia. Se trata de un campo que no está en la ciudad, sino en medio del desierto cerca de Hargeisa, se llama campo de refugiados de Digale. El campo de refugiados se formó debido a las duras condiciones de sequía de Somalia, Etiopía y Yibuti, y debido también de los numerosos conflictos entre estos mismos países.

Después de cruzar unos quilómetros a través del desierto nos encontramos el campo de refugiados, llenos de los logos de NRC y de UNHCR. El lugar asignado para hacer los talleres fue el centro social del campo. Se trata de unas instalaciones con algunas salas, un parque con columpios y un campo de fútbol de hierba artificial precioso donado por la fundación Arsenal!! La verdad es que impresiona semejante campo de fútbol, de color verde flamante, en medio del desierto…

Debido a que el primer grupo fue elevado, tuvimos que hacer el primer taller en el campo de fútbol. Los 50 asistentes, de entre 8 y 12 años, estaban expectantes, nerviosos y tímidos, sin saber a lo que se habían prestado… Y empezamos el taller!!!!

Al principio les costó un poco, claro, buscábamos concentración y un poco de disciplina, y estábamos sobre la hierba de un campo de fútbol, que hasta a mí me daban ganas de pedir un balón y ponerme a juga, pero a base de intensidad y arte, conseguimos engancharlos y que se involucraran a compartir con nosotros.

Además, a medida que pasaba el tiempo, todo el campo de refugiados acudía al lugar para ver lo que hacíamos; teníamos cientos de personas alrededor, observando… no es el mejor ambiente para conseguir que l@s niñ@s se soltaran… Pero a pesar de todas las distracciones, todo fue genial, y l@s niñ@s se prestaban a jugar con nosotr@s!

Al acabar el primer taller hicimos el payaso con la gente que observaba, interaccionando… y se partían de risa!!! les encantaba formar parte, se escandalizaban, se escondían de timidez, huían… pero siempre con muchas risas!!!!

El segundo taller decidimos hacerlo en una de las salas disponibles para poder tener un poco más de intimidad… Se trataba de los adolescentes… Este fue muy bien, estaban contentos y agradecidos de compartir ese tiempo con nosotros. Lo pasamos muy bien juntos, y ellos se involucraron y esforzaron en cada una de las actividades que hacíamos… Fue una gozada, incluso los jefes del campo de refugiados se reían y animaban a los participantes… Todo un regalo…

Así acabamos los talleres en el campo de refugiados de Digali, después de muchas emociones, de haberlo entregado todo, cada esfuerzo y caloría, y a cambio, obtuvimos amor, felicidad y muchas risas. No podríamos pedir mejor recompensa!

Nos montamos en el todoterreno y volvimos a Hargeisa… Pensando y recordando la experiencia que acabamos de disfrutar, con cada sonrisa grabada en nuestra persona, sin excepción… Así nos gusta acabar, reflexionando lo que hemos vivido… entre miles de suspiros…

Daami Refugee Camp, en el corazón de Somaliland con Caritas

Y con Caritas Somalia llegamos a Hargeisa, la capital de Somaliland, una república independiente en el país de Somalia que no reconoce nadie, ni siquiera Somalia… Sin embargo se han asegurado de que sea un lugar seguro para ganarse la simpatía internacional en contraste con la peligrosa Somalia.

Allí hicimos varias colaboraciones muy interesantes a través de Caritas Somalia… Y entre ellas, en el campo de refugiados Daami. Se trata de un campo de refugiados que ha sido absorbido por la capital de Somaliland con el tiempo, y ahora se trata de un campo de refugiados urbano.

Y una vez llegados al lugar nos pusimos a hacer faena. Fue una experiencia diferente… Cuando llegamos la sala donde íbamos a hacer el taller ya estaba llena de niñ@s… hasta aquí no hay problema… la única limitación que encontramos fue que en vez de los 40 o 50 niñ@s de aforo que tienen como máximo nuestros talleres, ampliado de manera masiva de los 30 máximos que normalmente hacemos, nos encontramos a unos 120 niñ@s sentad@s en el suelo esperándonos… Toda una locura!!!!

Hicimos reflexión y en vez de echar a la mitad de gente decidimos improvisar y adaptar el taller a las nuevas condiciones… Fue muy divertido!!! lleno de energía!!! tod@s estaban súper emocionad@s!!! dándolo todo!! locos por salir como voluntarios… y además los adultos del lugar nos ayudaron a controlar la situación… Fue genial, todos felices y compartiendo con nosotros.

Las condiciones del segundo taller iban a ser las mismas, unos 100 alumnos, el problema es que en la calle había muchos más adultos peleándose or que sus hijos entraran a la sala de nuestro taller… Hasta el punto que el hombre que teníamos contratado como seguridad casi no daba a vasto, ni siquiera con la ayuda de una de las madres, al parecer jefe del lugar, que con una zapatilla en mano ahuyentaban a una gran cantidad de gente…

Finalmente, el aforo estaba más que completo, y pudimos empezar nuestro taller!!! Teníamos decenas de niñ@s emocionad@s con ganas de salir como voluntari@s, arropados por los aplausos y vitoreos de todos… Las caras de felicidad lo dijeron todo, y esa es nuestra mayor recompensa… Todos juntos, diferentes pero iguales, compartiendo, disfrutando, descubriendo otra forma de mirarnos, de ver nuestras insignificantes diferencias…

Al final nos fuimos, bastante rápido por seguridad… aunque allí seguían l@s niñ@s con los que habíamos compartido, chocando palmas sin parar, despidiéndonos con luz en sus miradas, diciéndonos hasta luego… Nos fuimos llenos de experiencias y emociones… es difícil expresar lo que ahora estoy sintiendo mientras escribo dichos recuerdos… la emoción es difícil de describir… Nos volveremos a ver!!!